viernes, 13 de noviembre de 2009

El EFECTO TIJERA a la luz de los DESCUBRIMIENTOS de USHUAIA

INTRODUCCIÓN


El 22 de octubre de 2009, Mercedes “Mecha” Benegas, me intereceptó en el puerto de Ushuaia, para preguntarme por Gustav Rudolf. No sé cómo supo de mi llegada a la ciudad, ni cómo me reconoció.
Gustav Rudolf, es el científico austríaco, desaparecido en esa ciudad, en circunstancias misteriosas e inexplicables, mientras se encontraba realizando una investigación sobre los Agujeros Negros y , según dicen, particularmente sobre la posible existencia de un Agujero Negro comunicante entre el Polo Sur y el Polo Norte.
Mercedes Benegas, una de las escasísmas nativas de Ushuaia, y Leslie Saenz de Bustamente, una aristócrata catalana radicada en esa ciudad, conducen un programa de radio que se llama Agujeros Negros en la FM 98.9 de esa ciudad, con ellas están el astrónomo Daniel Girri, y Chapa Rodriguez de quién desconozco la especialidad, todos juntos se ocupan ,entre otros temas, de develar el sucesos en torno a la desaparición del científico.
Lo cierto es que yo también había llegado a Ushuaia, al Fin del Mundo,- si el mundo tuviera fin-, también atraido por las investigaciones del científico.
En 1971, cuando Rudolf vivía en Strasburgo en el norte de Francia, y siendo asiduo colaborador de la Revue de L’Association pour l’Enquête sur le Néant , la afamada asociación de casi 100 años de antigüedad que investigaba el Vacío, publica en el número 14 del volumen XXXVIII, el polémico artículo “Du Trou, je m’en fous du Tout” que más allá del alegre golpetear de la fonética francesa con todos sus u, se traduciría cómo “El Agujero no me importa para Nada”, y ahí Rudolf relativizaba todas las teorías sobre los Agujeros Negros y el Espacio-Tiempo, vigentes en la época.

En ese artículo, Rudolf recurre a las investigaciones del famosísimo sacerdote católico y etnógrafo Martín Gusinde, y a su obra magna, “Los Indios de Tierra del Fuego”. Gusinde realizó 4 viajes a Tierra del Fuego, entre 1918 y 1924 conviviendo con los aborígenes del lugar, y recopilando su cultura y lengua. Es así que compila en esta obra monumental de 8 tomos sus observaciones sobre los indios Yamana, Selk’nam y Halakwulup. La parte más extensa la dedica a los Selk’nam, también conocidos como Onas, y con los que convivió y logró una extraordinaria comunicación. De los dos tomos dedicados a los selk’nam , de las más de 1000 páginas, hubo un párrafo que se volvió el talismán de Rudolf.
Los selk’nam, tienen los xon , algo así como hechiceros o shamanes de este grupo.
Gusinde establece una particular relación con Tenenesk, un anciano y muy poderoso xon que le transmite historias y cultura de los selk’nam, haciéndolo participar de las ceremonias más secretas. En el verano de 1919-1920, se encontraban a orillas del lago Fagnano y Tenenesk daba una muestra de su poder a un grupo de selk’nams y a Gusinde, que así lo relata:


"Después de haberse descubierto totalmente el torso y los brazos , puso tres guijarros del tamaño de una cereza sobre la palma de la mano derecha extendida . Con los ojos fijos rígidamente sobre ellos , exhaló repentinamente un golpe de aire- como un soplido- abrió repentinamente los ojos y los guijarros habían desaparecido de la mano totalmente inmóvil. Todos sacudían la cabeza, sorprendidos. El viejo repitió el juego. Esta vez observé más detenidamente aún, pues yo mismo habia recogido los guijarros del suelo y se los había puesto en la palma de la mano, y otra vez realizó el mismo juego, con idéntico resultado. No había posibilidad alguna para actos de prestidigitación o engaño.” (Los Indios de Tierra del Fuego, Los Selk’nam Tomo I, vol.II , Caea, Bs.As. 1982, p. 753 )
Tenenesk, 1923


“No había posibilidad alguna para actos de prestidigitación o engaño”, subayaba Gusinde, por lo tanto, la única opción que queda, es el fenómeno físico. Y eso es lo que Gustav Rudolf vino a investigar. Eso es lo que yo fuí a comprobar.
Por eso Rudolf, irreverente, reniega de las teorías sobre los Agujeros Negros y el Espacio-Tiempo, porque esta ruptura del xon Tenenesk con el Espacio al provocar la desaparición de los 3 guijarros ceresoides, ( o 6 porque lo hizo dos veces ), lleva indefectiblemente a una nueva conceptualización de la ecuación.
Gustav Rudolf, tuvo la intuición, pero no sabía muy bien de qué se trataba, ni tenía tipificado el fenómeno con tan escasos datos.
Yo sí.
Cuando Mecha me interroga, dí rienda suelta, (tal vez porque quedé subyugado por su autenticidad austral) , sin reservas, al motivo de mi viaje, a lo que sabía de Rudolf, y a lo que para la ciencia era la primera noticia pública de las características del “Efecto Tijera” y de mis condiciones innatas que me llevaron tan lejos en el mapa, que sin pretender ser un xon, sin duda, yo era un “Hombre Tijera”, el primero que supe que existía.

3 comentarios:

  1. La antropología parece deleitarse en dechavar, sacar a flote viejas delaciones y sapiencias.
    Como que la divulgación es un arma de doble filo. Lovecraft en las montañas de la locura practica un reverso desta intención.
    Pero
    ¿Para que sirve la vida, sino para afilar la existencia de un lado y del otro?...
    En Machu Pichu se hablaba de túneles que empezaban allí (vi las entradas) y que llegaban a la Patagonia. Según las versiones locales, de todos los investigadores que profundizaron ese viaje, ninguno volvió. Que los viajeros llegaron al túnel del tiempo, era una versión de respeto.
    Yo me introduje en uno muy pequeño (había que recorrerlo a gatas) que atravesaba una pequeña montaña. Cuando estuve en la oscuridad del medio, sin pasado ni futuro, fue espantoso, pero seguí gateando y alcancé la luz, la salida. Y que fresco y nuevo me resultaron aquellos aledaños del Cuzco.

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    1. Las puertas d epiedra, como stargates (y hablo en serio) algo tienen de inquietante, e Cuzco y zonas parecidas, algo ha pasado allí, algo inexplicable, hay grandes dinteles invertidos como si una erupcion volcanica los hubiera lanzado desde el vientre de la tierra, hay cosas extrañas... per con una logica propia que no se alcanza a descifrar, por su complejidad... qué piensas tu de eso?

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  2. Gracias, por la pista, te aseguro que no quedará sin investigar.

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